Sin lugar a dudas la Costa Brava catalana es un auténtico disfrute visual. Sorprende sobre todo por lo próxima que está a un núcleo urbano tan grande y denso como es Barcelona. No obstante, debo reconocer que no soy un gran fan del litoral gironés; disfrutar de un paisaje natural es muy difícil después de caravanas, imposibilidades para aparcar, caminatas y estafas gastronómicas. Hay quienes comparan esta zona de Catalunya con las Islas Baleares. Esto, en mi opinión, es un ejercicio bastante estúpido.
A pesar de lo anterior hay algunos sitios realmente bellos en la Costa Brava. Esta vez nos centramos prioritariamente en la zona norte. Tras pasar unos cuantos días en Sant Antoni de Calonge (campamento base perfecto pero no especialmente bonito) pasamos un par de días en l'Escala y Cadaqués.
Paseo Marítimo de Sant Antoni de Calonge a Palamós |
En mi opinión, hay dos cosas a resaltar de Sant Antoni de Calonge: la zona de calas y el largo paseo marítimo que lo une con Palamós. La foto anterior se tomó desde ese paseo, que no destaca por ser espectacular sino por ser agradable, tranquilo, familiar e ideal para comerse un helado después de cenar.
Hay tres pueblos de la Costa Brava con los que yo me conformo: Tossa de Mar, l'Escala y Cadaqués. Todos ellos son lugares con un encanto especial. Nuestra estancia en l'Escala no fue del todo agradable debido a una espectacular tormenta de verano que nos impidió disfrutar al 100% de este maravilloso lugar. La zona de calas y el paseo marítimo, pequeño pero llenísimo de vida son de lo mejor. La siguiente foto fue tomada al atardecer a pie de mar.
Extremo norte de l'Escala |
En Cadaqués tuvimos mejor tiempo además de realizar una estancia más prolongada. Encontramos una zona sorprendentemente tranquila para bañarnos, a pesar de que el pueblo estaba lleno de gente. La siguiente imagen pertenece a esa zona que está comprendida entre el mismo pueblo de Cadaqués y Port Lligat.
Pequeña cala de pescadores al lado de Cadaqués |
De la foto anterior destaca la casa que se ve atrás. Dicha casa está ubicada en una pequeña isla. Menuda gozada y derroche. No obstante en toda esa zona pudimos ver algunas de las casas más espectaculares con las que nos hemos cruzado a lo largo de nuestras vidas. Una auténtica pasada.
Aunque la zona anteriormente fuese muy agradable, la magia de Cadaqués está en el pueblo. Un lugar pintoresco y curioso. Sus calles y cuestas, casas blancas, restaurantes... todo la convierten en un lugar peculiar. Una perspectiva general del pueblo puede verse en la siguiente foto.
Perspectiva de Cadaqués |
Por cierto, muy curiosas y diferentes las iglesias de Cadaqués y l'Escala. La de Cadaqués es totalmente blanca y se visualiza imponente desde la distancia. Se ve lo descrito en la foto superior.
La última foto es también del pueblo de Cadaqués pero la realice desde el punto totalmente opuesto a la imagen anterior. Una zona mucho más tranquila pero bastante más peculiar, con tiendas y casas ubicadas en antiguas guaridas de pescadores.
Mar, flores, luz, nubes. Atardecer. Cadaqués. |
Conclusión: si te gusta las calas, la naturaleza, la sensación de libertad y comer bien, recomiendo ir a Mallorca. Sin embargo, los tres pueblos que he citado, Tossa, Cadaqués y l'Escala deben visitarse y disfrutarse ya que son auténticas joyas que brillan con más fuerza al estar tan cerca de la saturada Barcelona.
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