Cruce de Caminos

La primera vez que vi el tráiler de esta película quede maravillado; de eso hace ya bastantes meses que se han alargado más de lo deseado por los continuos retrasos que ha sufrido el estreno de Cruce de Caminos. El tráiler en si mostraba una película muy madura, bella, diferente, con una temática centrada en las relaciones padre e hijo... Una aparente joya dentro del lamentable, funesto, anodino y desquiciante panorama peliculero que asola nuestros días. Mis impresiones tras ir al cine a ver la cinta, las relato a continuación.


Como ya he comentado, mi idea inicial sobre esta película era sobre una historia de padres e hijos, de cómo la responsabilidad de la paternidad afecta de formas diferentes a dos hombres. Esto es así, pero el film no centra su argumento en este factor. De hecho, podemos dividir a Cruce de Caminos en tres partes claramente diferenciadas: la historia de Ryan Gosling, la historia de Bradley Cooper y finalmente la historia de sus dos hijos. Sólo la primera parte se centra en el factor paternidad que he citado, la segunda lo toca en menor medida y la tercera es una historia de venganza.

Resumiendo a grandes rasgos la película, Gosling es un feriante despreocupado que un día se entera que tiene un hijo. Para hacerse un hueco en su vida, decide dejar la feria para robar bancos y así ganar dinero rápido y fácil. Cooper es un policía que acaba interfiriendo en la vida de Gosling y un acontecimiento marca la vida de ambos y la de sus hijos, que resolverán el conflicto entre sus padres al crecer.

 
La primera historia es sensacional por varios motivos. Gosling está genial, como de costumbre. La imagen y fotografía de la película son bastante diferentes, oscura y gris, con mucha personalidad. El argumento está genial y es emotivo. La segunda parte se hace algo pesada ya que abundan diálogos poco profundos y las reflexiones las ha de hacer el espectador a medida que se van sucediendo los acontecimientos. Y la parte final resulta algo previsible y es bastante previsible. No obstante, todo está muy bien realizado y el producto final es de calidad.

Me gustó la banda sonora, diferente a la del resto de películas y muy acorde a la imagen general de la cinta. Las actuaciones son buenas a nivel general, destacando por encima de todos el señor Gosling que se está convirtiendo en uno de los mejores actores del panorama actual. Eva Mendes hace un papel correcto y Bradley Cooper en su línea habitual dando la sensación de que su papel lo podría haber hecho cualquier otro actor.

Algunas cosas no me gustaron nada y me sorprendieron bastante. Por ejemplo, hay muchos actores que aparecen cuando los niños son bebés y posteriormente cuando son adolescentes. Pues bien, su aspecto es el mismo a pesar de los 15 años transcurridos: ni maquillaje, pelucas, arrugas, canas... nada. Es una tontería, lo sé y además no afecta al transcurso de la historia, pero "canta" tanto que desconcierta.

En resumen, Cruce de Caminos es una buena película que deja un saber bastante agridulce ya que, en mi opinión, de haber profundizado más en la relación padre e hijo habría dado un resultado notable. El final es muy previsible y soso, además de que la parte intermedia se hace larga. Una historia bonita, emotiva y bien narrada, con una fotografía muy lograda. Recomendable, sobre todo ante la bajada de calidad general de todo lo que se estrena a día de hoy.


Cruce de Caminos (The Place Beyond the Pines)
Director: Derek Cianfrance
Actores: Ryan Gosling, Bradley Cooper, Eva Mendes, Ray Liotta, Ben Mendelsohn 
Nota: 6,75/10

Costa Brava (Agosto 2013)

Sin lugar a dudas la Costa Brava catalana es un auténtico disfrute visual. Sorprende sobre todo por lo próxima que está a un núcleo urbano tan grande y denso como es Barcelona. No obstante, debo reconocer que no soy un gran fan del litoral gironés; disfrutar de un paisaje natural es muy difícil después de caravanas, imposibilidades para aparcar, caminatas y estafas gastronómicas. Hay quienes comparan esta zona de Catalunya con las Islas Baleares. Esto, en mi opinión, es un ejercicio bastante estúpido.

A pesar de lo anterior hay algunos sitios realmente bellos en la Costa Brava. Esta vez nos centramos prioritariamente en la zona norte. Tras pasar unos cuantos días en Sant Antoni de Calonge (campamento base perfecto pero no especialmente bonito) pasamos un par de días en l'Escala y Cadaqués.

Paseo Marítimo de Sant Antoni de Calonge a Palamós

En mi opinión, hay dos cosas a resaltar de Sant Antoni de Calonge: la zona de calas y el largo paseo marítimo que lo une con Palamós. La foto anterior se tomó desde ese paseo, que no destaca por ser espectacular sino por ser agradable, tranquilo, familiar e ideal para comerse un helado después de cenar.

Hay tres pueblos de la Costa Brava con los que yo me conformo: Tossa de Mar, l'Escala y Cadaqués. Todos ellos son lugares con un encanto especial. Nuestra estancia en l'Escala no fue del todo agradable debido a una espectacular tormenta de verano que nos impidió disfrutar al 100% de este maravilloso lugar. La zona de calas y el paseo marítimo, pequeño pero llenísimo de vida son de lo mejor. La siguiente foto fue tomada al atardecer a pie de mar.

Extremo norte de l'Escala

En Cadaqués tuvimos mejor tiempo además de realizar una estancia más prolongada. Encontramos una zona sorprendentemente tranquila para bañarnos, a pesar de que el pueblo estaba lleno de gente. La siguiente imagen pertenece a esa zona que está comprendida entre el mismo pueblo de Cadaqués y Port Lligat.

Pequeña cala de pescadores al lado de Cadaqués

De la foto anterior destaca la casa que se ve atrás. Dicha casa está ubicada en una pequeña isla. Menuda gozada y derroche. No obstante en toda esa zona pudimos ver algunas de las casas más espectaculares con las que nos hemos cruzado a lo largo de nuestras vidas. Una auténtica pasada.

Aunque la zona anteriormente fuese muy agradable, la magia de Cadaqués está en el pueblo. Un lugar pintoresco y curioso. Sus calles y cuestas, casas blancas, restaurantes... todo la convierten en un lugar peculiar. Una perspectiva general del pueblo puede verse en la siguiente foto.

  
Perspectiva de Cadaqués

Por cierto, muy curiosas y diferentes las iglesias de Cadaqués y l'Escala. La de Cadaqués es totalmente blanca y se visualiza imponente desde la distancia. Se ve lo descrito en la foto superior.
La última foto es también del pueblo de Cadaqués pero la realice desde el punto totalmente opuesto a la imagen anterior. Una zona mucho más tranquila pero bastante más peculiar, con tiendas y casas ubicadas en antiguas guaridas de pescadores.

Mar, flores, luz, nubes. Atardecer. Cadaqués.

Conclusión: si te gusta las calas, la naturaleza, la sensación de libertad y comer bien, recomiendo ir a Mallorca. Sin embargo, los tres pueblos que he citado, Tossa, Cadaqués y l'Escala deben visitarse y disfrutarse ya que son auténticas joyas que brillan con más fuerza al estar tan cerca de la saturada Barcelona.

Chimay Triple

Una de las marcas que más fácilmente se encuentran en las cervecerías españolas es Chimay. Esto, lejos de ser un síntoma de vulgaridad es toda una suerte para los amantes de la cerveza. Yo soy un neonato en este mundo y aun no había tenido la ocasión de probar la Chimay "blanca". El descubrimiento en este caso fue una maravillosa sorpresa.


Ficha:
País de Origen: Bélgica
Graduación: 8%
Botella: 33 cl
Estilo: Triple (Trapense)
Elaborador:  Abadía Notre-Dame de Scourmont
Lugar de la degustación: Brannigan's Irish Pub (Mollet del Vallés)

Una de las primeras cosas a comentar de la casa Chimay es que se trata de un elaborador de cervezas trapenses. Únicamente existen 7 casas que tengan reconocido el uso de la palabra trapense en la confección de sus productos (6 en Bélgica y 1 en Holanda). Las cervezas trapenses son aquellas elaboradas por monjes en sus respectivas abadías. Esto es así literalmente: son los mismos monjes los que, en su rutina habitual y dentro de su monasterio, crean la cerveza con el único fin de financiar su actividad religiosa.

Degustación de mi Chimay Triple
Tras esta breve lección, pasemos a lo que la Chimay Triple es en cuestión. Es una cerveza de alta fermentación, estilo triple y con segunda fermentación en la misma botella por lo que presentará posos de la levadura. Esta cerveza destaca por lo aromática que es, su precioso color dorado y muy turbio. Realmente, es una cerveza que una vez servida resulta muy bella; el color, la espuma, lo bien que queda en la copa... todo un ritual que en este caso se acentúa enormemente gracias a lo agradable de su aroma. La Chimay Triple tiene un variado rango de sabores en los que los dulces predominan al principio para luego manifestarse con más fuerza los tonos amargos, que persisten en el paladar. Según la misma Chimay los toques dulces provienen de las uvas moscatel, pasas y manzanas maduras mientras que el amargor procede de la elevada cantidad de lúpulo usado en su elaboración. Respecto a la graduación alcohólica, a pesar de contar con 8º no es difícil de tragar, más bien todo lo contrario. Su sabor es tan agradable, tan dulce y especial que es todo un manjar. Francamente, me ha gustado muchísimo la Chimay Triple.

Copa y botella de la Chimay Triple
La botella es de 33 cl, más chata que las habituales pero con el cuello recto. En cuanto a la copa reglamentaria, destaca el grueso cuello y el pie pequeño. El borde de la copa está recubierto por una línea gruesa dorada y el emblema de la casa figura en blanco y con gran tamaño. Una copa bella, correcta y sólida.


Concluyendo, la Chimay Triple ha sido un gran descubrimiento. Es una cerveza perfecta para tomar en cualquier momento, muy agradable, especial, diferente, cuidada... es un producto de alta calidad y se nota. Muy recomendable, es ideal para tenerla en casa como una cerveza de referencia en la bodega de todo amante de este oro líquido.